diumenge, 20 de febrer del 2022

FELIPE VI ANTE SU 23-F OX, Y EL IBEX ANTE EL RELANZAMIENTO DE UN NUEVO CIUDADANOS 2.0

 

En estos días de fricción de placas tectónicas de los Imperios combatientes Occidente-Oriente, y las placas entre centro y periferia en España, los aficionados a la novela policíaca tenemos cierta ventaja. He acudido a dos escritores "no profesionales" que saltaron a la fama por sus novelas, una jueza rusa-ucraniana, Marina Anatólievna Alekséyeva (pseudónimo Aleksandra Marínina), y el juez italiano Giancarlo de Cataldo, cuya "Novela Criminal" me marcó. Los dos son más o menos de mi quinta. En estas últimas semanas he tenido como brújula el ex corresponsal Rafael Poch para entender lo que está sucediendo en el Este de Europa y el trilerismo de la OTAN respecto a los acuerdos de Minsk que debían asegurar la estabilidad y el respeto mútuo en la era post-Gorbachov. Las novelas de Marínina, presenta como protagonista de sus obras a la heroina y analista criminal Anastasiya Kamenskaya, de salud quebradiza. Una de las anécdotas que explican la humillación que experimentaron los rusos ante el saqueo de Yeltsin con la ayuda de la banca americana: Los coches patrulla de la policía no tenían gasolina para perseguir a mafiosos. Ese detalle por sí mismo explicita  muchas cosas y la necesidad de poner fin al desbarajuste y la búsqueda de "autoridad". 

El juez Cataldo describe la estrategia de los poderes profundos y opacos de Italia: crear el caos cuando los poderes establecidos ven peligrar sus privilegios. Me turbó profundamente. El periodista Guillem Martínez daba detalles de quién estaba detrás del proyecto político del exitoso partido VOX (en las Elecciones andaluzas mencionaba personas que formaban parte del Real Instituto Elcano). Automáticamente asocié la irrupción con fuerza de la escisión del Partido Popular con la estrategia del personaje oscuro de la novela del juez De Cataldo.

Se ha hecho popular en ciertos mentideros la expresión "Estado Profundo". De hecho, no es nada esotérico. Sólo hace falta entrar en internet y leer la pestaña QUIÉN SOMOS. Sea cual fuere el tema. Si se trata de la ampliación del aeropuerto de Barcelona y los intereses que hay detrás, clicamos en AENA y leemos quién hay en su directorio: iesédicos, esádicos... El Sr. Lucena no pertenece a ese grupo, pero quizás a otro más peligroso: es solcháguico, porque inició su carrera en el gabinete del ex ministro de Industria. Y podemos proceder de la misma manera al entrar en la web del Instituto Elcano. Im-presio-nante. Hay "floreros" para compensar, pero a primera vista, se nota quién maneja y quién manda en la dirección de la gobernanza en España. El centro de estudios de prospectiva y prevención de amenazas anuda el poder económico, por supuesto, y también los ejercientes fijos y no "los políticos, interinos, que están de paso". 

Recientemente uno de esos ilustres ELCANISTAS, el Sr. Lamo de Espinosa, propugnaba un gobierno PP-VOX, como el más conveniente para España. Se trataba, ni más ni menos que un partido (VOX) con vínculos explícitos con el otro bloque imperial, gobierne no ya en Castilla y León, sino en el gobierno central de España. 

El vampirismo fiscal y eucaliptismo mediático de Madrid entra, a mi parecer, dentro de este cuadro estratégico del caos. ¿Azar? ¿Carambola en el cainismo  navajero de la capital-paraíso fiscal del Estado...?

Si VOX, anti-europeo y anti-autonómico, entra en un gobierno regional o central no es detalle menor y sí AXIAL. Si Felipe VI intervino cuando el trumpismo procesista inundó Cataluña, al margen y sobrepasando la acción del gobierno del presidente Mariano Rajoy, ¿debería hacer otro tanto con el trumpismo independentista madrileño? ¿La complacencia del rey con la extrema derecha, al igual que los boquetes de la extrema derecha en la judicatura, en la policía y en el ejército, los puede soportar esta "democracia defectuosa" española, tal y como lo han señalado algunos estándares internacionales recientes? ¿Resistirá la corona otra trapacería como la anterior del 23-F?

Sabemos por las biografías de E. Quintans que el anterior rey, Juan Carlos I, dio el paso de quitarse de en medio a Adolfo Suárez porque era remiso a entrar en la OTAN y en la  premura de la legalización del PCE. Desde Washington le dieron la orden o el beneplácito de "modular" la Transición. La torpeza del "tejerazo" varió los planes, pero el objetivo se consiguió.

¿Los americanos darán por buena la entrada en un gobierno de VOX, aún teniendo las amistades peligrosas del partido de la extrema derecha? ¿O en ese caos lo que se pretende crear, lo que se persigue es un gobierno de concentración que propugna desde hace tiempo el patriarca González.  Sin embargo, con un PP demediado, como socio minoritario...?  ¿Cómo casa el atlantismo del Instituto Elcano con figuras del mismo instituto que blanquean la extrema derecha pro Orban?

VOX ha sido el más fiero defensor del rey en estos últimos tiempos. ¿Quizá para despreciar el texto constitucional y buscar "ese hombre fuerte" en la corona ante una posible reedición de un gobierno de coalición ante una izquierda revigorizada con el proyecto de Yolanda Díaz y compañía? A eso denomino yo el 23-F OX de Felipe VI.

Si la autofagia del PP se lleva a cabo, ¿El PSOE aprovechará para derechizarse aun más sin necesidad de arrastrar los pies para aprobar leyes más progresistas como plantea UP? O bien, el IBEX, con Ayuso, como títere cual Ribera, o bien con otro (¿Feijó quizás?) relanzará un Ciudadanos bis.... Aunque, para los que tenemos memoria, aún guardamos en mente la foto del presidente de la Xunta con un narcotraficante, estilo Fariña

Por todo eso, aún debe apreciarse más el acuerdo social del Gobierno y agentes sociales con  la Reforma Laboral. Oficio, responsabilidad, para ganar derechos. Eso es muy dañino para los corruptos y por eso tratan de ensuciar la política, la mejor herramienta de la gente menuda: En estos días Yolanda Díaz, Mònica Oltra y Mónica García coinciden en ese mismo mensaje: LA UTILIDAD DE LA MILITANCIA POLÍTICA. Esperemos que tengan audiencia.





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