dimarts, 15 de febrer del 2022

ANDAMIOS Y QUITAMIEDOS CUANDO SÓLO LA DERECHA ES REVOLUCIONARIA

Dos días después de ganarse el match de la Reforma Laboral en el último minuto y por penalty, un cierto runrún apareció. Los autores del libro "NUDO ESPAÑA" (2018), Pablo iglesias, símbolo icónico aún vigente de Podemos, y Enric Juliana, uno de los periodistas más reputados de la prensa española, se enviaron sendos mensajes a través de los medios.

Pablo Iglesias, desde su podcast LA BASE criticaba  a la parte del gobierno de coalición partidaria de negociar con CIUDADANOS, el PSOE caoba, en vez de negociar más avances con la supuesta izquierda nacionalista periférica, el bloque de investidura. Lanzó algunas puyas amigables aunque de calado. Según Iglesias volvíamos a la tradición eurocomunista de los Pactos de la Moncloa, cuya firma soliviantó a sectores del propio Partido Comunista y de Comisiones Obreras, y que tuvo su eco en Julio Anguita. También se ha interpretado como una señal de alerta de que Podemos, una formación cada vez más deslavazada, no piensa renunciar a un protagonismo ideológico. O también como un freno a las intenciones de un proyecto más conectado con o con la complicidad del sindicalismo, cuyas redes son más sólidas y capilares. 

Enric Juliana respondió también con afabilidad pero recordando que los Pactos de la Moncloa permitieron una Constitución abierta y no la Constitución que los franquistas travestidos pretendían, más cerrada a los cambios democráticos. Juliana, que después publicaría su libro, AQUÍ NO HEMOS VENIDO A ESTUDIAR, de gran éxito de difusión, tiene como uno de los ejes para comprender la historia y los acontecimientos políticos, el factor SUFRIMIENTO, LA FATIGA o el MIEDO o EL MAL MENOR, después de la feroz represión, el hambre y las cicatrices de una guerra tan cruel, lo que se tradujo en dos posiciones claras: el voluntarismo "revolucionario", o bien "el pragmatismo " ante la escasez de fuerzas para imprimir cambios por parte de las fuerzas progresistas. El Plan de Estabilización de 1959 representa ese punto de arranque

HABLEMOS DE REVOLUCIONES

De los análisis de un gran analista como es Esteban Hernández, he asumido que desde los años setenta sólo la derecha ha sido revolucionaria, disruptiva. La revolución conservadora de Thatcher y Reagan aún no se ha visto revertida en sus costes sociales. Ni con Clinton, ni con Obama, ni con Blair mucho menos... Las derechas son revolucionarias en ese sentido. Buscan el caos y el desgobierno. El planteamiento básico de la doctrina del shock es que los grandes capitales aprovechan los momentos de tragedia o desastre para proponer o imponer políticas que los benefician. La incapacidad de reacción de la gente en esos momentos favorece esta estrategia. Como decía Joan Herrera, "la dreta no desaprofita mai una "bona crisi"".Bueno, ya lo decía el Barbudo don Carlos en su Manifiesto Comunista (la burguesía revoluciona continuamente los medios de producción). No es ninguna novedad. 

Históricamente, todas las revoluciones, desde la Inglaterra de los levellers, pasando por los jacobinos franceses y llegando a la Rusia de la revolución bolchevique, los éxitos del ala izquierda, por decirlo así, han sido efímeros. Más pronto que tarde se fueron devaluando por reacciones adversas (restauraciones). La alianza entre la burguesía y nobleza en contra de los campesinos sin tierras, en la gloriosa Revolución de 1688 en Inglaterra, el ascenso de Napoléon Bonaparte en Francia, y en Rusia, con el estalinismo. Las políticas reformistas  o pragmáticas de Lenin fueron estranguladas en una encrucijada de debilidad interna y externa extremas. En general, fueron virajes hacia menos democracia/mayor desigualdad. 

Ha sido así siempre; las fuerzas de izquierdas, tal cuán Sísifo, con la lengua fuera, laboriosamente, han ido trenzando alianzas hasta llegar a contramovimientos de orden social más o menos exitosospara mitigar la desigualdad  y el sufrimiento popular, como dice Karl Polanyi: Posiciones más o menos reformistas, vertientes complacientes o de reformismo fuerte, con todas sus variantes: militantemente resistencialistas, comunistas, o bien oportunistas o autoengañosamente gradualistas, como han sido las llamadas terceras vías del social liberalismo,  más cómplices con el neoliberalismo de versión merkeliana. El felipismo-solchaguismo...

LA REBELDÍA, COMO PATRIMONIO DE LA EXTREMA DERECHA

Los fascistólogos actuales llevan tiempo advirtiendo que el lenguaje de rebeldía lo ha asumido la extrema derecha 2.0, como señala Steven Forti. Está embebiendo a sectores que se sienten perdedores de la sociedad y de la juventud. Esa observación no es nueva. Allá por el 2005,  dos jóvenes colegas canadienses,  denunciaron el lucrativo negocio de la contracultura. Ponían al descubierto que los libros que criticaban el consumismo se convertían en éxitos de ventas. El capitalismo parece tener una capacidad inagotable para absorber cualquier crítica contracultural.  Joseph Heath y Andrew Potter, defendían en Rebelarse vende la necesidad de preocuparse más por la justicia social y menos por la agitación cultural.

Siguiendo esa estela, las derechas UNIDAS, en su cruzada revolucionaria (que ya arrancó con el Aznarismo) contra LO PROGRE, se han convertido en "rebeldes". Juegan al desquite de lo que pasó en la Transición. Empezó con Tejero, en 1981. De ahí su atractivo. Lo hacen con una habilidad  rompedora y una mezcla deconstructora de irreverencia, contracorriente, machismo, xenofobia y pijería descorbatada si hace falta. (DE-SA-COM-PLE-JA-MIENTO Y DESINHIBICIÓN)  En el ámbito político y con otro sesgo lo hemos vivido (y algunos sufrido) con el procés. Cada vez que escucho calificar de "antisistema" o "anticapitalista" al ala más estéticistamente radical del procesismo me entra la risa.... 
Es verdad que con los recortes brutales apadrinados por la Alemania de Merkel (que ahora quieren elevar a los altares), y el aumento de la pobreza y desigualdad, parte de esa energía rebelde se pudo encauzar hacia Podemos previo el 15M... Pero, como muy bien ha señalado el profesor Giaime Pala, fue un movimiento impulsado por intelectuales, del ámbito universitario, más que del medio laboralista..., usando la irrupción en medios de alternativos y poniendo el acento en el combate comunicacional. Fue una esperanza ilusionante para "que el miedo cambiara de bando". Ya se ha abundado mucho en ello....

ANDAMIOS Y QUITAMIEDOS

La convalidación del Decreto de la La Reforma Laboral ha supuesto un CONTRAMOVIMIENTO para recobrar un cierto orden social y comunitario. Ante esa recuperación de derechos, el NEOLIBERALISMO, derrotado ideológicamente pero aún con los dientes muuuy afilados, y la extrema derecha, aspiran a instaurar regímenes de DEMOCRACIA DE IMITACIÓN. ¡Atención, a ese tipo de democracia devaluada o de poca calidad se puede llegar incluso con elecciones "normalizadas"!. Aún más, con los poderes del Estado colonizados, bien por las grandes empresas, bien por el alto funcionariado del Estado abonado a la extrema derecha, aunque vaya perfumada de legalismos.

Y todo ello en un contexto internacional de IMPERIOS COMBATIENTES que interfieren en la lucha de clases en el seno de la sociedad española y sus banderías.

A pesar de la fatiga pandémica, hay cierta esperanza de vertebración de una izquierda útil y que piensa en las "cosas del comer y del vivir decentemente".  ¿Qué hacer para frenar a la extrema derecha fascistoide, hija putativa de la derecha española de siempre, que se ve ara magnetizada por el éxito de aquella? Ese es el centro de muchos debates e iniciativas. 

¿Qué debemos plantearnos desde las izquierdas? ante esa derecha y extrema derecha tan camaleónicas? Pedagogía, claro. Pero ¿cómo? Uno de mis maestros, psicopedagogo, gladiador en el arte de educar y en la vida, Alfonso del Rey, me decía que educar es un arte, el arte de construir andamios para aquellos que tienen más dificultad o bien se han desconectado. Pues a eso vamos. Los andamios en política se traducen en organizar, movilizar y alcanzar alianzas unitarias, como han hecho, entre otros, dirigentes tan capaces como Carmen Juares, sindicalista de CCOO en el ámbito de los riders.... Y tantas otras personas, 

Yo no supe que era un quitamiedos hasta que rehabilitaron mi bloque. Esa telilla cuasi transparente que nos ayuda a no tener vértigo. Mi abuela Carmen, cuyo marido estuvo encarcelado varias semanas cuando llegaron las tropas africanistas a mi pueblo, Luque (Córdoba), temía que se muriera Franco. No porque fuera su admiradora ni mucho menos, sino porque pensaba que con cualquier alteración de esa "estabilidad" se repetiría el sufrimiento que ella  y mi abuelo Arcadio habían vivido. Por eso debemos tener cuidado en no confundir la organización -la construcción de andamios democráticos- para conseguir mejoras, con arengas ideologizadas, impregnadas de esteticismo radical, que nos dividen ante las cuestiones diarias más acuciantes. Esa espita es la que ha abierto la Reforma Laboral. Andamios para elevar la construcción y enarbolar la bandera cuando se cubren aguas, como se hacía antes con las obras.

Vale.


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