divendres, 27 de novembre del 2020

GUTI, EL CATEQUISTA DE IPANEMA

Lo previsto era  empezar "El fill del xófer", de Jordi Amat. Diversas personas a las que sigo por la red lo recomendaban muy vivamente. Pero como diría Torquemada, el radiofonista  futbolístico de la TDT, otro libro le "ganó la posición". Tengo por costumbre darme un garbeo por la sede santaferina de internet, y me encontré con que EL MAESTRO, en sus apuntes diarios, decía que iba a empezar el libro de Txema Castiella. Es el mismo autor que le dedicó todo un libro al cartel de "MIS MANOS, MI CAPITAL" con Luis Romero en primera persona.Y eso era entre sus idas y venidas de "Pineda de Marx", como él la ha bautizado en homenaje permanente a Manuel Serra Moret. Serra Moret ocupó la alcaldía de esa población desde 1914 a 1923 y en 1930-1931; fue traductor de la primera edición al catalán del Manifiesto Comunista de Marx y Engels en 1930. Además, juega con el célebre poema visual de Joan Brossa. Total, que en el trasiego en ambulancia al Hospital de Can Ruti de Badalona para hacerse sus curas va sugiriendo lecturas. Las sugerencias del maestro son más que consejos. Como diría el agente telefonista Catarella, de Camilieri, "sus órdenes son deseos para mí, comisario". Así que METIÉNDOME BULLA me metí en harina; lo que yo no preveía es que fuera una lectura maratoniana en la que he tomado más de un centenar de notas. He de reconocer que ha sido todo un festín.

Siempre he tenido querencias por las biografías, desde la adolescencia de charnego que quería integrarse con los "Homenots" de Josep Pla, pasando por las traviesas y salpimentadas de Fabián Estapé y las más literarias de "El hombre que amaba a los perros", de Leonardo Padura. Siempre voy con prevención porque muy probablemente me encontraré con enjuagues autojustificatorios o bien con  hagiografías de parte.

Debo decir que ya en el Prólogo Txema Castiella me ganó. Para los de "la casa" de tiempos de mediados de los años setenta y muchos siguientes, EL GUTI es un personaje familiar, junto con GREGORIO. Ha significado, como es natural, la "corriente ortodoxa" del partido, y muchos episodios de los que se describen y analizan en el libro ya los daba por sabidos y descontados. Me interesaba porque al tratar del Guti también lo hacía de "mi gente", la que más he admirado, con la que me he formado como persona y ciudadano.


Me he encontrado con un libro vocacional, ordenado, siguiendo el orden clásico cronológico y, como engarce entre capítulos, el momento más dulce del PSUC, el ACTO DE LA MONUMENTAL de 1978, con Enrico Berlinguer como figura central para resaltar así la dimensión internacional de un partido que era más que "una federación regional" del sur de Europa, el único partido nacional sin Estado admitido por la III Internacional gracias a los esfuerzos de Joan Comorera. No era un acto electoral sino más bien un acto de masas para exponer un ideario, "el socialismo en libertad".

He satisfecho mi curiosidad sobre anécdotas menores pero que entretienen. Como por ejemplo que El Guti fue el pediatra que asistió en el parto de Manuel Valls, que sería primer ministro de Francia, y gracias al cual Ada Colau es alcaldesa de Barcelona; que fue compañero de estudios de Lluis Maria Xirinacs en Los Escolapios, al que Tarradellas en su insufrible deria por la indumentaria, siempre le criticaba por ir con "chirucas" ("¿Què mossèn, d'excursió?"); y el origen de su no-corbata, que era uno de los motivos por los que siempre le he admirado, puesto que los de CCOO bancarios más de una vez fuimos a Magistratura para defender el derecho a no lucir esa prenda. Que un coqueto como El Guti (también el ex sastre Gregorio López Raimundo lo era) decidiera no llevar corbata tenía su qué. Y, definitivamente, desconocía absolutamente su vocación de poeta, en castellano, de una profundidad filosófica muy inusual en un dirigente político al que asociamos normalmente con una prosa burocrática y administrativista.

También he celebrado que Castiella estableciera esas fases biográficas que se inician con la religión (la catequesis) de su primera vocación de servir a los otros, la ciencia, como médico, y su trasposición a la política

De ahí la sugerencia por el título de esta entrada en el blog. Espero que no se tome como una impostura. Yo guardo un grato recuerdo de la catequesis que recibí en la Parroquia de Santa María de Mataró, con la señora Matas. Tengo la impresión que de esas charlas y del film "El Doctor Zivago", un film anticomunista supuestamente, me impregnaron para orientar mis valores básicos en la militancia política. Las nociones del bien y del mal ahora han sido relevadas por el utilitarismo relativista consecuencial incluso en los dibujos animados para niños; de ese relativismo se ha servido el neoliberalismo y su tendencia cínica para  menospreciar los derechos humanos.  Sin embargo, como ya sabemos, la Iglesia se ha apropiado como toda institución de poder, como ahora lo hace con las propiedades "abandonadas" (la inmatriculación), de los nombres. Ese impulso, de inspiración religiosa, para después pasar a la militancia política comunista es muy usual entre mis camaradas de itinerario político. Nos convirtió en los ATEOS MÁS RELIGIOSOS: "I així va desenvolupar la religió de l'ateu, de fer el bé per pura bondat"  (Virgina Wolf, página 38).

"Catequesis" significa instruir sobre la religión. Pero se trata de un préstamo del griego "katéchesis" donde significaba "acción de instruir de viva voz". Y muchos testimonios que recoge Castiella en su libro nos conducen a un Guti catequista porque se ajusta a ese significado clásico. A veces de forma áspera, adusta, y cuando la situación lo requería, de forma seductora, casi erótica. Montserrat Roig es quien quizá lo resume más certeramente. 

He de reconocer que la descripción del dirigente en su primera etapa, como responsable del Comité de intelectuales, causa una impresión irritante, antipática, casi de "Rottenmeier", que se aleja del Guti posterior que busca la síntesis unitaria, de cuya flexibilidad todo el mundo habla. Pero eso llegará en su etapa luminosa, como la persona muñidora y la clave de bóveda de l'Assemblea de Catalunya. 

Lo califico  como "catequista" porque nos ha legado unas cuantas lecciones, difíciles de resumir: Una, el espíritu unitario ante los grandes retos. Eso tanto vale para recuperar las libertades individuales y colectivas como para hacer la revolución, o la tarea más o menos "modesta" de hacer una Europa más social. Otra más: El Guti es un gran pragmático, porque constantemente se pregunta: ¿y eso que tenemos que decidir, nos deja mejor o peor que como estamos?  (Miguel Núñez era del mismo estilo). En las postrimerías de su trayectoria, por ejemplo, se confronta con sus propios compañeros de Iniciativa per Catalunya que se oponen al proyecto de Constitución Europea, mientras que él la defiende no con principios sino con argumentos basados en las mejoras que supone en relación a no disponer de ninguna Constitución. Y ello tanto vale para cuando se está en un Ayuntamiento en minoría o ser la parte pequeña de un gobierno de coalición como el actual. En este libro hay innumerables citas que conmueven por su profundidad.

Conferencia en El Racó de Mataró siendo eurodiputado

En lo que a mí me atañe personalmente, El Guti me hizo cambiar de parecer respecto de Europa. Yo era muy de decir: "eso no va con nosotros, al proyecto político de la Europa del mercado común no nos sentimos invitados". El Guti, en cambio, como algunas fuerzas políticas y sindicales de izquierda, tiene muy claro que hay que estar presentes en esta Unión Europea que es un proyecto inacabado y en plena construcción. Es un avanzado porque se da cuenta de que la Unión Europea es un marco importante para gobernar la  globalización, aunque de muuuy lenta digestión en cuanto a embridar los centros financieros tan poderosos.

Para acabar, me siento muy agradecido a Txema Castiella por este regalo en plena pandemia. El subtítulo no me acaba de satisfacer del todo, porque ya se ha convertido en una frase hecha, y también porque, querámoslo o no, entre todos, estamos convirtiendo a Antonio Gramsci en una figura escolástica y memorística. Quien más quien menos usamos citas de Gramsci como capotes retóricos (en alusión a la afición taurina del Guti) porque no acertamos a enfrentarnos a una realidad tan compleja que nos envuelve y desconcierta. A veces olvidamos que el lenguaje se puede usar para tantear en la oscuridad. También es el caso de Gramsci respecto a eso que denominamos "hegemonía" y al "aggiornamiento". Y quizás con el abuso de la fraseologia "gramscista" más que gramsciana nos obnubilamos. Yo preferiría el de: "EL OPTIMISMO DE LA RAZÓN". Quizá sea por deformación profesional, pero se ajusta más a una expresión del propio Guti: "Ya que tenemos la verdad ahora debemos tener la razón". La RAZÓN es la gran damnificada en este proceso de concentración del poder y de la riqueza, de la desigualdad, en definitiva. Su capacidad  analítica -la del Guti- era fruto de un planteamiento científico, contumaz, perseverante, pero siempre racional más que voluntarista y subjetivista. MUY KANTIANO en su sentido del deber. Asimismo, discrepo de la calificación del Guti como "calvinista", pues es un sustantivo que se ha asociado a "la modernidad", al trabajo duro propio de los países capitalistas avanzados, y que a algunos procesistas como Artur Mas, entre otros, les gustaría asociar con la actitud "catalana" de estar en el mundo. Pues bien, no olvidemos que tanto el luteranismo como el calvinismo son actitudes reaccionarias. Deberíamos recuperar nuestra "Contrarreforma de izquierdas" de la Escuela de Salamanca, que fue reprimida, fracasada y posteriormente relegada al olvido, más que aceptar acríticamente según que caracterizaciones del protestantismo.

EPÍLOGO


Es casi inevitable experimentar cierta nostalgia de EL GUTI, de EL PSUC DEL GUTI, de una época en que podría haberse iniciado un camino hacia el "catalanismo popular" no excluyente, como el que se impuso, el de derechas, el pujolismo que tan bien se ha visto compensado y aumentado por el separatismo madrileño. No habrá PSUC DEL SIGLO XXI, otra majadería que espero que superemos pronto. Como culé que era, El Guti quizá, casi tres lustros después, podría acordar que el Barça ha sido tradicionalmente más un club de fútbol de entrenadores que de jugadores estrella, como diría el desaparecido Enric Bañeres. De juego coral más que de vedetismos. Como Pérez de Rozas apuntó en su día, después de la marcha de Puyol no ha habido un líder en el equipo. Messi no lo ha sido nunca, a pesar de su voracidad goleadora. Un líder es mucho más. Y eso vale para el deporte colectivo y también para la acción política, de la vieja y también de "la nueva". Esa actitud del Guti de "desaparecer" de escena para dar juego a los demás forma parte de su legado.

El libro de Txema Castiella, con esa estrategia ocurrente de mantener vivo hasta el último capítulo la recreación del míting de LA MONUMENTAL me recuerda mucho, mucho, mucho a la bossa nova de la Chica de Ipanema. Lo apunto como reconocimiento a su actitud epicúrea ante la vida. Vinicius de Moraes y Antonio Carlos Jobim compusieron esa canción, la más escuchada detrás de "Yesterday" de Los Beatles. Pues bien, cuidemos de no convertir ni al Guti ni al PSUC del Guti en la Eloisa Piñeiro, la Chica de Ipanema. Y si no podemos evitarlo, entendámoslo en el sentido brasileño-portugués de "saudade" de melancolía más que en un blues. No como un re-sentimiento doloroso sino de gozosa recreación.

Hay muchas referencias dignas de ser convertidas en "las citas del Guti". He escogido este poema del Prólogo. Escrito en 1985, en castellano, en una terraza de París, según reza el libro.

Hay que contemplar dónde se está/ Y no imponer dónde se debe estar/ Hay que intentar modelar el mundo / Pero no forzarlo hasta la tortura./ Hay que tener ideales / Pero no ser esclavo de las ideologías./ Hay que amar las certidumbres/  Pero no apropiarse de la verdad./  Hay que amar la libertad / Pero sin olvidar que es la de todos / No hay que confundir la fidelidad con el dogmatismo / Ni confundir la coherencia con el fundamentalismo.

Referencias:

https://www.elnacional.cat/es/politica/txema-castiella-el-guti-no-comprendia-el-socialismo-sin-libertad_545739_102.html
https://www.ccma.cat/tv3/alacarta/mes-324/entrevista-a-txema-castiella-autor-de-la-biografia-el-guti-loptimisme-de-la-voluntat/video/6064974/
http://alfonsllopis.blogspot.com/2013/03/retrat-dun-cartell.html








2 comentaris :

  1. El llibre em va agradar. Em va interessar i ev suggerir moltes reflexions pel futur que voldria ja present. Del teu escrit només dir que ha estat com una relectura de les notes preses. Gràcies Joan.

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  2. Hola Juan! No ens coneixem personalment però he vist ara -quasi de casualitat- el post que va escriure fa dos anys a propòsit del llibre del Guti que vaig escriure. celebro que t'agradés. Vaig posar il·lusió i temps i em reconforta saber que els antics companys ho aprecien.
    M'ha agradat molt la teva crítica i els teus comentaris. I em sap greu no haver-te conegut abans per haver introduït la cita sobre la veritat i la raó. Em quedo amb l'esperit epicureísta que esmentes al final. Una abraçada, txema castiella

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